En el mundo de la agricultura existen diversidades de suelos. Algunos de éstos, por su naturaleza, pueden ser ácidos o volverse ácidos después de períodos largos de uso intenso. En cualquier caso, es necesario controlar la acidez para poder incrementar y sostener los rendimientos agrícolas.  Sin embargo, no se puede utilizar una sola estrategia debido a la variedad de condiciones físicas y químicas de estos.

La acidez de suelo

Los fundamentos químicos para el cálculo de la acidez en los diferentes tipos de suelo, es el mismo. Conociéndolo es posible planificar adecuadamente la estrategia de manejo de la acidez que mejor se ajuste a sus características.

Un ácido es una sustancia que tiende a entregar protones (iones hidrógeno). Por otro lado, una base es cualquier sustancia que acepta protones. La acidez en el suelo se determina midiendo la actividad del ion (H⁺) en una solución del suelo y se expresa con un parámetro denominado potencial hidrógeno (pH).

La escala del pH cubre un rango que va de 0 a 14. Un valor de 7.0 es neutro (igual número de iones H⁺ y OH^– en la solución), mientras que valores menores que 7.0 son ácidos y valores mayores que 7.0 son básicos.

Cada unidad de cambio de pH corresponde a un incremento de 10 veces en la cantidad de acides o basicidad del suelo. Un suelo con pH 5.0 tiene 10 veces más H⁺ activo que un suelo con pH 6.0

Naturaleza de la acidez del suelo

Existen varios procesos en el suelo que provocan la reducción del pH. Todos estos procesos ocurren naturalmente dependiendo del tipo de suelo, tipo de cultivo, y condiciones de manejo.

1. Remoción de nutrientes: proceso natural de acidificación del suelo debido a la liberación de H⁺ de forma natural cuando la planta absorbe los nutrientes del suelo.
2. Utilización de nutrientes nitrogenados: Los fertilizantes nitrogenados que contienen o forman amonio (NH4⁺) incrementan la acidez del suelo a menos que la planta absorba NH4⁺ Ejemplos de estos fertilizantes son el Sulfato de amonio [(NH₄)₂SO₄], Nitrato de amonio (NO₃NH₄) y la Urea [CO(NH₂)₂].
3. Aluminio intercambiable: Es reconocido ampliamente que uno de los principales factores en el desarrollo de la acidez del suelo es la presencia de aluminio (Al³⁺) en la solución del suelo.

Clasificación de la acidez en los suelos

La acidez proveniente de las fuentes antes mencionadas se puede clasificar de la siguiente forma:

1. Acidez activa: Hidrógeno (H⁺) disociado en la solución del suelo y proveniente de diferentes fuentes.
2. Acidez intercambiable: Hidrógeno y aluminio intercambiables (H⁺, Al³⁺) retenidos en los coloides del suelo por fuerzas electrostáticas.
3. Acidez no intercambiable: Hidrogeno en enlaces covalentes en la superficie de los minerales arcillosos de carga variable.
4. Acidez potencial: Acidez intercambiable + acidez no intercambiable.

Materiales de encalado

El encalado consiste en la aplicación al suelo de sales básicas que neutralizan la acidez. Los materiales que se utilizan como alcalinizantes o correctivos de la acidez son principalmente carbonatos, óxidos, hidróxidos y silicatos de calcio y/o magnesio. Debido a su diferente naturaleza química, estos materiales presentan una variable capacidad de neutralización.

1. Oxido de calcio: El óxido de calcio (CaO), también conocido como cal viva, se fabrica calcinando al horno piedra caliza. Cuando se aplica en suelo acido, reacciona de inmediato y por esta razón este material es ideal cuando se desean resultados rápidos. La velocidad de reacción se debe a que, por ser un oxido, reacciona rápidamente al ponerse en contacto con el agua provocando una fuerte reacción exotérmica que libera iones OH^–. El óxido de calcio puro contiene 71% de calcio.
2. Hidróxido de calcio: El hidróxido de calcio [Ca(OH)₂] se conoce también como cal apagada o cal hidratada. Este material se incorpora rápidamente en el suelo, neutralizando su acidez. El hidróxido de calcio puro contiene 56% de calcio.
3. Carbonato de calcio: El carbonato de calcio (CaCo₃) se conoce también como cal agrícola o calcita, este es el material más utilizado para encalar los suelos. Se obtiene a través de la molienda de la piedra caliza. Las rocas calizas no son puras y pueden contener impurezas de arcilla, hierro, arena o limo que reducen su contenido de calcio. En su forma pura contiene 40% de calcio.
4. Dolomita: El carbonato doble de calcio y magnesio (CaCO₃-MgCO₃) se denomina dolomita. El material puro contiene 21.6% de calcio y 13.1% de magnesio. Aunque la dolomita reacciona más lentamente en el suelo que la calcita, tiene la ventaja que suministra magnesio, elemento con frecuencia deficiente en suelos ácidos.
5. Óxido de magnesio: El óxido de magnesio (MgO) es un material de encalado que contiene solamente magnesio en concentración 60%. Su capacidad de neutralizar acidez es mucho más elevada que la de otros materiales, pero por su poca solubilidad en agua, debe ser molido finamente para que controle adecuadamente la acidez en el suelo.
6. Yeso agrícola: El yeso agrícola o sulfato de calcio dihidratado (CaSO₄-2H₂O). Es interesante el uso del yeso agrícola como enmienda en suelos ácidos. En realidad, el yeso no cambia la acidez del suelo directamente a tal punto que las aplicaciones de yeso al suelo prácticamente no cambian el pH. Los beneficios de la aplicación de yeso en los suelos ácidos se derivan de su efecto como mejorador del ambiente radicular, especialmente en la presencia de suelos fuertemente ácidos.

Fuente: Acidez y encalado de los suelos, Primera edición, José Espinoza, International Plant Nutrition Institute

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